Tras el parón que hemos experimentado en nuestra sección de entrevistas a colegiados a causa de la pandemia, retomamos con mucha ilusión estos encuentros con los compañeros/as, pues nos sirven para conocernos mejor y compartir, de primera mano, cuáles son las inquietudes que están experimentan en un año tan complejo y lleno de retos.
Visitamos al compañero administrador de fincas Javier Alvargonzález Martínez, colegiado número 35980 del COAF, quien recibiera a comienzos de este año la insignia de nuestro colegio por cumplir 11 años en el mismo, aunque lleva más de quince años ejerciendo la profesión.
Javier es natural de Gijón aunque se crió y estudió en Huelva la EGB en los Hermanos Maristas y luego cursó lo que antiguamente era conocido como Graduado Social y actualmente está denominado como Relaciones Laborales.
P.- ¿Cómo surgió dedicarse a esta profesión? ¿Hay quizás antecedentes en su familia?
R.- Al haber realizado Graduado Social ya me encargaba de llevar las contabilidades de empresas y un amigo me comentó que por qué no llevaba comunidades de propietarios y así me fui introduciendo en el tema de la administración de Comunidades. Al comienzo era de gestoría, pero actualmente somos más administración de fincas que asesoría empresarial, aunque continuamos con ambas actividades.
¿Cómo es el perfil de las comunidades que administran en Saceonuba? ¿Son principalmente de la capital o también tiene de segunda residencia de la costa?
Las comunidades que administramos son totalmente variadas, tenemos pequeñas, medianas y grandes, con piscina y sin ella, en la costa y en Huelva capital.
¿Cuántas personas trabajan actualmente en su empresa? ¿Le parece bien la iniciativa que se está trabajando sobre crear la figura del ‘asimilado o asociado’ al Administrador de fincas, para dar cierta autoridad y reconocimiento a los compañeros que trabajan con los titulares?
En mi despacho actualmente hay tres personas trabajando. Creo que la figura del ‘asimilado o asociado al colegiado’ está bastante fundamentada ya que, a veces, por circunstancias se juntan dos reuniones el mismo día. Y, en cualquier caso, aunque pueda ir el reconocido como titular, es importante que los vecinos vean al compañero como otro administrador válido.
¿Cuándo decidió ud. colegiarse y qué elementos fueron los que le hicieron decidirse?
Yo siempre tuve muy claro la importancia de la colegiación. Es más, cuando empecé no me podía colegiar porque mi carrera (Graduado Social) no estaba incluida y realicé unos cursos para poder ejercer sin llegar a realizar intrusismo, como por ejemplo el curso de Perito Judicial Inmobiliario y otro de Gestor en Comunidades. Cuando el colegio de Graduado Social consiguió que se incluyera como carrera para poder colegiarse, lo hice de inmediato.
Son meses muy difíciles para todas las profesiones, y también para los administradores de fincas ¿Le ha supuesto una gran complejidad para desarrollar su trabajo cotidiano, en cuanto a nueva legislación, normas, prohibiciones, recomendaciones?
Los meses después del confinamiento y los de verano sí han sido algo complejos, sobre todo por la normativa reguladora del Covid con respecto a las piscinas, el aforo de las mismas y las recomendaciones para abrirlas, donde se optó por meter todas las piscinas en un mismo saco y que los vecinos fuesen los que decidiesen la apertura o no de las mismas.
“Siempre tuve muy claro la
importancia de la colegiación”
¿Diría que ha sido la época más complicada desde que comenzó a desempeñar esta profesión o ha habido otras épocas complicadas?
Esta época actual no es más complicada que otras, lo que sí es cierto que es más anómala y peculiar por la imposibilidad de realizar reuniones. Al no realizarse las reuniones que tocan ahora, éstas se nos van a acumular y habría que pensar algo para realizar reuniones presenciales imprescindibles (rehabilitaciones, desprendimientos, etc.). La otra época compleja fue en la crisis del 2008 donde tuvimos mucha morosidad y tuvimos que adecuar los precios de algunas comunidades, y estos precios, desgraciadamente, nunca se han recuperado.
¿Podría recordar alguna anécdota curiosa de su trayectoria de estos años, de las cosas que ocurren a menudo en esta profesión?
No destacaría ninguna, porque cada día hay algo de anecdótico en esta profesión. Bueno, recuerdo una curiosa que nos sucedió en una reunión para arreglar una piscina. Se propusieron dos opciones diferentes y cuando se realizó la votación finalmente todos votaron la misma. Al preguntarle al vecino que propuso la otra opción que no voto ni él, éste contestó que bueno, que él “propuso una opción, pero estaba más conforme con la otra” (risas).
Son notables los cambios de los últimos años en una profesión que requiere conocimientos variados y constante reciclaje ¿Qué virtudes debería tener un buen administrador de fincas?
Desde que yo empecé ha cambiado mucho: Una reforma legislativa, regulaciones de OCA de ascensores, de baja tensión, el tema de la televisión digital con los dos apagones digitales etc. En esta profesión no hay que reciclarse hay que adaptarse y renovarse. Creo que es de las profesiones donde tienes que tener conocimientos básicos de muchas materias que afectan directamente al funcionamiento normal del edificio. Las virtudes de un buen administrador de fincas, a mi entender, son la claridad, transparencia y sinceridad. Pero sí es cierto que hay otras virtudes como las de confesor, psicólogo, serenidad, paciencia, paciencia y paciencia.
Las Nuevas Tecnologías facilitan mucho la labor del AF Colegiado, y ahora que se ha dicho tanto a este respecto a causa de la pandemia ¿Sería ud. partidario de que la legislación permitiese la celebración de Juntas de propietarios Telemáticas?
Las juntas telemáticas están bien, pero no se puede obligar a vecinos a que se compren un ordenador, contraten internet y sepan manejar una aplicación telemática. Creo que las reuniones presenciales son más adecuadas y hay un mayor trato personal con los vecinos.
¿Qué le parece la labor que ha venido realizando el Colegio durante estos difíciles meses, con el envío de información permanente, cambios normativos y llegando a acuerdos con los ayuntamientos de la provincia para que ayudasen a difundir cartelería e información sobre las medidas de seguridad y prevención en las comunidades de propietarios?
Creo que al principio la información ha sido ejemplar, yo mismo envié un correo electrónico dando las gracias. Pero ya, en la etapa estival era más interpretativa, aunque pienso que esto no era culpa del colegio de administradores sino de las recomendaciones estatales o autonómicas que han sido bastante confusas.
¿Qué otros servicios del colegio (formación, consultoría puntual, deontología, etc.) le parecen más interesantes y cuáles le gustaría que se pudiera ofrecer, tal vez en el futuro?
El tema de las denuncias. Es una pérdida de tiempo que el administrador tenga que estar en una comisaria varias horas. Tendría que haber un acuerdo con la Policía Nacional para que este trámite que exige el seguro se atendiera con mayor celeridad, o que el seguro directamente corroborara los daños o el robo.
Otro tema importante es el cambio de firmas, que en algunas entidades es una odisea que no lo realizan bien o te quitan de internet, etc. También sería conveniente un concierto con todas las entidades donde el cambio se realizara en la oficina principal y hubiese una persona responsable de ese departamento y no que tengamos que ir de oficina en oficina.
¿Ha podido comprobar, como alguna vez han lamentado compañeros suyos, que en nuestra provincia falta todavía que se asiente la cultura de que estos servicios son especializados, y falta cierta concienciación entre los onubenses?
Sí, efectivamente, creo que falta algo de concienciación por parte de una pequeña parte de la ciudadanía. Cuando yo empecé había personas que desconocían la figura del Administrador de fincas, Gracias a Dios, actualmente todos conocen la figura del administrador colegiado.
Las guerras de precios son otro de los caballos de batalla de los A.F. colegiado, y acaba influyendo en el buen ejercicio profesional y en el deterioro de la imagen de los colegiados ¿Cree que debería regularse mejor o están ya claras esas tablas y son los que operan desde fuera de control los que están desvirtuando el desempeño profesional serio?
Creo que debería regularse de alguna forma que fuese obligatorio para todos los compañeros y que se sancionara a los que no cumpliesen con esta regulación.
Agradecemos a nuestro compañero que nos haya abierto las puertas de su despacho Saceonuba en la calle Mora Claros de Huelva capital, junto a la Iglesia de la Concepción, desde donde nos ha respondido con igual sinceridad y transparencia de la que hace gala en su labor diaria.