Se ha reunido con los técnicos de la Junta de Andalucía para aclarar dudas sobre las ayudas al Fomento de la Rehabilitación Edificatoria.
El Colegio de Administradores de Fincas de Huelva (COAF) se ha puesto manos a la obra y ha intensificado los trabajos y las reuniones con administraciones y propietarios para que las fincas se beneficien de las subvenciones del Fomento de Rehabilitación Edificatoria para la conservación, sostenibilidad y accesibilidad de edificios.
Con este fin, una representación de los Administradores Colegiados ha celebrado una reunión en exclusiva con los técnicos de la delegación territorial de la Consejería de Fomento y Vivienda de la Junta de Andalucía para solventar dudas sobre la línea de ayudas de 2017. Aunque documentalmente no existe ningún tipo de variación con respecto a otras convocatorias, “existe complejidad tanto en la solicitud como en los anexos a la hora de rellenarlos y cumplimentarlos”, explica el presidente del COAF, David Toscano.
Lo que sí varía en esta línea de subvención es el “perfil económico de los propietarios” que tienen que tener igual o menos del 3,5 del IPREM (salario mínimo interprofesional). Esto “mejora” con respecto al año pasado que tenía un punto menos, “por tanto, el perfil económico mejora porque amplia la ratio de beneficiarios”, destaca David Toscano.
Un plazo muy corto: hasta el 7 de agosto
Este tipo de convocatorias suelen publicarse en verano con muy poco tiempo de antelación y un plazo de apenas 3 semanas para elaborarlas, siendo uno de las dificultades que conllevan estas subvenciones. “Tenemos que correr, hacer la Junta de Propietarios rápido, contratar los servicios de los técnicos para que realicen los Informes de Evaluación de Edificios (IEE). Es algo que se repite todos los años”, lamenta el presidente del COAF.
Como se trata de un trabajo “bastante arduo” desde el COAF se ha adelantado trabajo por parte de “cada uno de los Administradores Colegiados”, mediante la “identificación previa de los edificios que son susceptibles de entrar en esa subvención y sus carencias, así como la situación económica de sus propietarios”. A esto hay que sumarle “aquéllas que han sido denegadas en años anteriores, pero en esta línea podrían entrar”, aclara Toscano.
La Jefa del Servicio de Rehabilitación y Arquitectura, María Echániz, y su departamento se ha puesto “a disposición” del COAF con un nº de teléfono para cualquier tipo de duda. Es más, “incluso se puede contar con los técnicos para elaborar los informes”. Pese a esto, el presidente del Colegio admite que de las posibles fincas beneficiarias de las ayudas finalmente “serán muy pocas”, por el conjunto de condiciones que se demandan, que son multitud y por encontrarnos “al comienzo de la temporada estival, los requisitos documentales necesario son complejos y celeridad con la que hay que realizar las gestiones en poco más de dos semanas”, admitió el pdte. de los Colegiados onubenses.
Mejorar conservación, calidad, sostenibilidad y accesibilidad
Esta línea de ayudas se presentó a la población en general y a los colectivos implicados el pasado 11 de julio, donde se avanzó que estas subvenciones -como en años anteriores- irán destinadas a financiar la rehabilitación en los edificios mediante obras en los espacios comunes, y tiene el objetivo de mejorar la conservación, calidad y sostenibilidad de los mismos; así como otros ajustes en materia de accesibilidad.
En cuanto a las actuaciones subvencionables para la conservación, las obras deben ir encaminadas a cubrir las deficiencias en la cimentación, estructura e instalaciones; cubiertas, azoteas, fachadas y medianerías de edificios declarados Bienes de Interés Cultural o que se encuentren dentro de conjuntos histórico-artísticos; así como instalaciones comunes de electricidad, fontanería, gas, saneamiento, residuos y telecomunicaciones.
En relación a la mejora de la calidad y sostenibilidad, lo que se busca es reducir la demanda energética al 30 % mediante la mejora de la envolvente térmica del edificio gracias al aislamiento térmico, sustitución de carpinterías y acristalamientos o instalación de dispositivos bioclimáticos. También se incluyen acciones en los sistemas de calefacción y refrigeración, así como la instalación de equipos de energías renovables.
Por último, en cuanto a la accesibilidad, se contempla la instalación de ascensores, salvaescaleras, rampas o aparatos adaptados con avisos de señales luminosas y sonoras, elementos electrónicos de comunicación como porterillos o grúas para permitir el acceso, por ejemplo, a piscinas.
Esta ayuda va dirigida a las comunidades de propietarios en las que al menos el 50 % de los mismos tenga unos ingresos familiares ponderados no superiores a 3,50 veces el IPREM y que se dedique a las zonas comunes.