Las ocupaciones ilegales en la costa onubense han estado en boca de diferentes medios, tanto a nivel local como autonómico y nacional. Desde el Colegio de Administradores de Fincas de Huelva (COAF) hemos querido dar difusión a la entrevista completa del presidente del COAF, David Toscano, que concedió al programa La Mañana de La 1 de Televisión Española.
Periodista: ¿Cuál es el problema actual de la ocupación en la provincia de Huelva?
David Toscano: Mas allá del problema a nivel general, se produce la ocupación ilegal de las viviendas vacacionales del litoral onubense.
P: ¿Hay más viviendas ocupadas en la costa que en ciudad?
D.T.: No, no es que porcentaje sea mayor, significa que hay una nueva forma de ocupación distinta a la que teníamos en la capital o en otros núcleos urbanos de la provincia.
P: ¿Cuándo ha empezado a darse ese fenómeno?
D.T.: Desde hace tres años aproximadamente. Desde el COAF estamos detectando que hay viviendas que están ocupadas durante todo el año, no solo en periodo vacacional. La ocupación se está convirtiendo en una situación que perdura en el tiempo en viviendas que son vacacionales, incluso situadas en primera línea.
P: ¿Se podría decir que son ocupas en zonas de playa?
D.T.: Sí, evidentemente. Es una nueva forma de ocupación dentro de lo que significa el problema tan importante de orden público y de una forma de vida ilegal tan compleja. Se ha prolongado a una zona del litoral y genera los mismos problemas a estos propietarios comparados con los comuneros de las ciudades. Nos encontramos con dificultades de orden público, de convivencia.
P: ¿Qué tipo de viviendas ocupan?
D.T.: Estamos hablando de una ocupación de vivienda de propiedad horizontal en zonas vacacionales.
P: Antes de seguir, ¿qué es la propiedad horizontal?
D.T.: La propiedad horizontal es una magnifica forma de vivir en la que viven los propietarios, bien uno encima del otro, o en complejos urbanísticos en forma vertical. Es decir, la propiedad horizontal es una forma de vida en la que todos los propietarios de una finca participan de elementos comunes.
P: ¿Es como si fuese una urbanización?
D.T.: Sí, se podría decir. La comunidad de propietarios puede estar en un bloque de pisos o urbanizaciones con red urbanística, como son las viviendas unifamiliares o pareadas, que participan de servicios que son comunes.
P: ¿Qué tipo de viviendas son las que ocupan?
D.T.: Ambas. Estamos hablando de ocupación de nivel horizontal y esa forma que establece la disposición adicional primera de la Ley de Propiedad Horizontal que son las comunidades de propietarios o complejos urbanísticos.
P: Es decir, que pueden ser urbanizaciones con piscina…
D.T.: Sí, se puede dar el caso. En cuanto a la costa, hay de las dos formas.
P: ¿Cómo se producen estas ocupaciones?
D.T.: El origen de la ocupación ilegal proviene de personas con un rango social y nivel adquisitivo determinado que no tienen otra forma de vivir que no sea de esta manera. Utilizan información privilegiada de grupos, vamos a llamarlos mafias, que les dan datos para ocupar la vivienda. Entran en la vivienda, la ocupan, la usan y disfrutan.
P: Estas viviendas, ¿son de bancos, de propietarios?
D.T.: Un porcentaje altísimo, por no decir casi todas, de las viviendas ocupadas son propiedad de entidades bancarias. Un porcentaje muy poco pertenece a particulares. Principalmente se ocupa el inmueble vacío con el que se ha hecho el banco y que no está en uso porque no lo ha podido alquilar o poner a la venta.
P: Es decir, son viviendas embargadas por el banco.
Sí, son viviendas que han sido adjudicadas por las entidades. Algunas están inscritas en los registros con la propiedad correspondiente pero otras no. Es decir, son adjudicaciones de las entidades bancarias.
P: ¿Cuántas viviendas se encuentran ocupadas?
D.T.: Actualmente, desde el COAF no disponemos de ese dato. Lo que sí hemos detectado es que el área que discurre desde El Rompido hasta Isla Canela – con Islantilla, Isla Cristina y Lepe – hay núcleos donde se produce una multiplicidad de ocupaciones dentro de una sola finca.
P: ¿Qué ocurre en la zona de Lepe para que haya tanta ocupación?
D.T.: Concretamente, en Lepe, además del factor de la situación económica, tiene en su entorno trabajadores que se dedican al oficio de temporeros o de extranjeros que les resulta más cómodo quedarse que volver a su país de origen. Fundamentalmente son trabajadores que, ya sean extranjeros o nacionales, con un corte económico medio-bajo. Sin embargo, también existen casos esporádicos como el perfil del ocupa de familias a las que les ha pasado por encima el tren de una complicada situación económica.
P: ¿Con qué problemas se encuentran los vecinos con estos ocupas?
D.T.: La ocupación tiene principalmente, dependiendo de la situación económica y de la forma de vida del ocupa, tiene un efecto importante en los elementos comunes. Afecta también a la situación de convivencia, que a veces es insostenible, y un problema de orden público en la urbanización y en el espacio público.
P: ¿Qué pueden hacer los vecinos contra estos ocupas teniendo en cuenta que ellos no son los propietarios de las viviendas?
D.T.: Básicamente, denunciar. Desde las administraciones públicas instan a que la única forma de presión y de la actuación de los cuerpos de seguridad del Estado vienen como consecuencia de denuncias. Es complejo en algunos casos porque hay propietarios que no se quieren involucrar por las posibles repercusiones por parte de las personas que ocupan la finca. Pero es el único medio, denunciar de forma reiterada en el tiempo.
P: ¿Qué deben denunciar?
D.T.: Las denuncias deben ir encaminadas en torno a la convivencia porque con la ocupación ilegal poco se puede hacer, debido a que es el propietario de la finca el que debe emprender acciones legales en defensa de sus propios intereses.
P: ¿Cómo afecta al administrador de fincas de una comunidad que haya ocupas?
D.T.: Realmente, se multiplican las gestiones por parte del administrador colegiado porque deben acudir a muchas gestiones que derivan del mal uso de los elementos comunes y de los propios problemas de convivencia. Hay zonas donde se ocupa ilegalmente y los servicios que se utilizan no son los propios de una comunidad de propietarios como el agua o la luz, que se da en las ocupaciones de las ciudades. Sino que puede haber otros servicios más complejos en las vacacionales, como pueden ser las zonas ajardinadas o las piscinas. En este sentido, el administrador debe mediar como un buen árbitro para que la situación del todo insostenible.
P: ¿Supone un coste para la comunidad tener ocupas?
D.T.: Sí, en cuanto sus servicios no están en buen estado. Por ejemplo, cuando un portero no funciona porque el ocupa ha hecho un mal enganche o porque existe una apropiación indebida de los flujos de agua y luz. Si en una comunidad de propietarios, la ocupación ilegal tiene un porcentaje alto, la mayoría de ellos utilizan los servicios básicos repercute, evidentemente, en el consumo y en la factura.
P: ¿Esto se puede denunciar?
D.T.: Claro, los vecinos pueden poner en conocimiento de las empresas de suministro la situación que están padeciendo y de los perjuicios que conlleva. A partir de ahí se pone en marcha el protocolo de actuación por parte de estas entidades.
P: ¿Por qué se ocupan tantas viviendas en estas zonas de verano de Huelva?
D.T.: La información que están dando determinadas organizaciones, como los tribunales de justicia, están dando información mucho más amplia sobre el conocimiento de qué viviendas están ocupadas. No solamente se están dando datos de núcleos concretos de Huelva capital o en la zona del Condado, sino que en la zona de costa se está dando una información que antes no se ofrecía.
P: Esto viene un poco dado como consecuencia de la crisis, ¿no? Personas que tenían una segunda vivienda y que es embargada por el banco.
D.T.: Una situación económica complicada que se alarga en el tiempo que sufren familias de corte medio que tenían dos viviendas, la habitual y la de vacaciones, y que dejan de pagar las cuotas hipotecarias de la segunda. Ahí llega el momento donde la entidad bancaria realiza la ejecución hipotecaria y termina adjudicándose la vivienda.