Los administradores de fincas colegiados, única garantía de las comunidades de propietarios para cumplir con sus obligaciones ficales

El Consejo General de Colegios de Administradores de Fincas de España (CGCAFE) ha lanzado su primera campaña nacional del año para recordar a las comunidades de vecinos y a los profesionales que las gestionan su obligación de presentar el modelo 347 ante la Agencia Tributaria.

Por supuesto, desde el Colegio de Administradores de Fincas (COAF) de Huelva nos sumamos a esta iniciativa, que no busca sino concienciar y sensibilizar a las comunidades de propietarios sobre las obligaciones tributarias que han de cumplirse. Entre las tramitaciones más importantes, se encuentra precisamente la presentación del modelo 347 en tiempo y forma. Eso significa cumplimentar esta obligación fiscal antes del 28 de febrero.

Por esta razón, desde el Consejo General y desde todos los Colegios de Administradores de Fincas del país debemos recordar que las comunidades de propietarios tienen la obligación de informar a Hacienda de su actividad económica, y debemos destacar el papel esencial del administrador de fincas colegiado en este cumplimiento de las obligaciones fiscales.

En dicha campaña, el CGCAFE advierte de los riesgos –en forma de expedientes y sanciones– a los que se exponen las comunidades que no cumplen con el modelo 347, a través del cual se registran las operaciones económicas con terceras personas (albañiles, fontaneros, empresas de jardinería, limpieza, ascensores, etcétera) que superen los 3.005,06 euros anuales.

Corresponde a operaciones económicas con terceros que superan los 3.005 euros anuales

Desde el Colegio de Administradores de Fincas de Huelva queremos hacer un llamamiento a toda la sociedad para que tomen conciencia sobre la importancia de cumplir con los impuestos de sus respectivas comunidades y de contar con un administrador de fincas colegiado en el caso de que no lo tengan, única manera en la que se garantiza el escrupuloso cumplimiento de la normativa y las obligaciones, así como una óptima calidad en la gestión de la finca.

Debemos insistir en el valor de contar con un administrador de fincas colegiado no sólo para llevar las obligaciones fiscales al día, sino también para garantizar una serie de servicios como la mediación y anticipación de soluciones en los conflictos que puedan surgir en la comunidad; la contratación de una póliza de seguros adecuada; la gestión económica desde la responsabilidad, contemplando previsión y fondo de reserva para contingencias; la elección eficaz y eficiente de proveedores; la rapidez, previsión y efectividad en las reuniones de propietarios; y una formación completa y multidisciplinar del colegiado, actualizada con las últimas normativas que afectan a la gestión de comunidades (protección de datos, incendios, propiedad horizontal, accesibilidad, telecomunicaciones, etcétera).