D.Y.

Podría decirse que Rocío Navarro asistió y participó en el nacimiento del Colegio Oficial de Administradores de Fincas (COAF) de Huelva. Es más, trabajó codo con codo junto a David Toscano –presidente del colegio onubense desde su fundación en Huelva y que depositó en ella una tremenda confianza– para hacer realidad el ambicioso proyecto de desligar el Colegio de Administradores de Fincas de Huelva del de Sevilla, para contar con un colegio propio onubense. Rocío Navarro es la única persona contratada en el COAF de Huelva, colegio al que considera como su casa tras casi 14 años al frente de la secretaría técnica.

Nacida en Huelva y con título de Graduado Social en Granada, no ha sido ajena al ámbito de la Administración de Fincas. Antes al contrario, ya que al concluir sus estudios trabajó en una asesoría y posteriormente junto a su marido en un despacho como administradora de fincas. Tras esta etapa, David Toscano le propuso ser partícipe de un ambicioso proyecto, colaborar en el nuevo COAF Huelva que abrió sus puertas en la plaza de San Pedro en noviembre de 2004.

Le caracterizan su gran capacidad de trabajo, su compañerismo, diligencia y valores profesionales, por no hablar de su simpatía y, por supuesto, implicación continua con los objetivos del COAF.

 

P.- Se le considera el ‘alma mater’ del COAF de Huelva.
R.- Más que el alma mater, la cara y la persona directa con la que todo el mundo contacta. No por nada, sino porque soy la única que está aquí desde el primer día que se constituyó el colegio.

P.- Por lo que el Colegio nació con usted.
R.- Incluso más que desde el primer día, pues el COAF nació el 27 de noviembre de 2004, cuando se constituyó formalmente, pero empecé a trabajar con David Toscano en septiembre de ese mismo año. Empezamos a colaborar porque me comentaba su proyecto y movimientos para traerse el colegio de Sevilla. Yo entonces estaba en paro y me dijo que contaba conmigo, que necesitaba una persona aquí. Me puse a su disposición y desde el primer momento estuve en su despacho colaborando.

P.- Es decir, que confiaron en usted desde los mismos inicios.
R.- A David Toscano lo conocía desde mucho antes y porque yo tenía mi Administración de Fincas con mi marido y, por lo tanto, éramos compañeros de profesión.

P.- ¿Cómo fue su trayectoria como administradora de fincas?
R.- Fue junto a mi marido, que estaba colegiado en Sevilla cuando Jesús Jimeno tenía la sede del COAF en su despacho, y estuve entre siete y ocho años administrando. Posteriormente, David Toscano me comentó el proyecto y me gustó la idea de dar un paso diferente e importante. Ya no se trataba de trabajar al frente de la empresa ni delante de los vecinos, sino para los propios colegiados, que me gusta mucho más.

 

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P.- Al ejercer como administradora, ¿ya tenían conciencia de que Huelva necesitaba un colegio profesional?
R.- Sí. Mi marido estaba colegiado en el despacho de Jimeno, pero no había una sede a la que acudir. Todas las comunicaciones y gestiones se hacían desde Sevilla, pero sí es verdad que antes el colegio como tal no existía. No había formación, no había un sitio al que dirigirte para los profesionales ni servicios que ofrecer a los compañeros. No sabían donde acudir ante cualquier duda o consulta más técnica.

P.- ¿Cómo fueron esos inicios?
R.- Fueron largos, de mucha dedicación, y de quitar tiempo a tu casa y familia. En este sentido, me quito el sombrero ante David Toscano, que fue quien desde un principio encabezó y tomó la iniciativa. Se empeñó y lo consiguió. Fue una tarea constante, de mucho trabajo. Si David Toscano no hubiera dado este paso, lo mismo el COAF Huelva no existiría. Desde el mismo principio ha estado al pie del cañón en todo momento, lo ha dado todo y sigue dándolo. Ya sí que le escucho a veces que se siente un poco cansado, pero nadie se tira al charco como él. Menos mal que ha habido una persona como David para levantar todo esto: él es quien lo ha movido y hecho todo.

«Menos mal que ha habido una persona como David Toscano para levantar el COAF; fue quien tomó la iniciativa y, sin él, lo mismo no existiría el Colegio»

P.- ¿No echa de menos la profesión, estar al pie del cañón, al otro lado?
R.- Al principio fue raro, pues venía de estar en un despacho con seis personas a estar sola. Por lo que sí que costó trabajo el primer año, porque se me caía el techo encima. Pero ya llevo 14 años aquí, y estoy encantada, muy contenta. Y no me puedo distraer porque estoy sola. Aunque esta soledad me ayuda a llevar el trabajo al día, y me gusta ser operativa. En lugar de que vengan a firmarme, me desplazo hasta el despacho de turno para que me lo firmen. Me gusta ser resolutiva, terminar los trabajos en el día y no dejar nada pendiente. Y siempre pensando en hacer algo diferente para aportar al colegiado. Soy la única empleada que tiene el COAF Huelva, no hay nadie más contratado, y de algún modo siento que esto es mío, como si estuviera en casa. Siempre he sido autónoma, y aunque aquí estoy contratada, lo siento como mío. Considero el COAF como mi casa. Para mí, los colegiados son mis colegiados, me gusta cuidarlos y ayudar en lo que pueda a todos. Es mi colegio y son mis colegiados, así lo considero. Es mi casa y mi familia.

P.- ¿Ve en la actualidad al colegio con una posición fuerte y consolidada?
R.- Lo cierto es que sí. La realidad es que somos un colegio pequeño, con alrededor de 60 administradores colegiados, y esto provoca que que el COAF no pueda contar con ayudas externas, de organismos, de los consejos, o subvenciones, sino que nos vamos manteniendo con las cuotas colegiales. Por eso necesitamos crear otro tipo de financiaciones, como por ejemplo diligenciados de los libros de actas, ventas de papel timbrado para expedir los certificados, o el alquiler de la sala de juntas del COAF Huelva para hacer las reuniones de comunidades. Este espacio se pone a disposición de los administradores colegiados para celebrar las juntas de propietarios en la sede del COAF, con lo que se gana en comodidad comparado con un portal. Además, ocurre que cuando se celebran en los portales estás en su territorio, y van con la escopeta cargada, y aquí vienen los propietarios más relajados, y el administrador aquí se siente en su casa, con más capacidad de gestión. Lo he observado y vivido en mis carnes. En la sede del colegio se hacen las juntas más agradables. Por otro lado, hay que tener en cuenta que el COAF es en muchos casos un segundo colegio, ya que muchos de los administradores también también están en colegios como el de Abogados, Economistas o Graduados Sociales. Y al tratarse de un colegio pequeño, la cuota debe ser más elevada.

 

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P.- Se insiste mucho en la necesidad de la colegiación. ¿Por qué es tan importante para los Administradores de Fincas?
R.- La colegiación es muy importante porque la profesión debe estar siempre regulada por un órgano, una institución que te ayude a guiarte, que haya un corporativismo. Todos los colegiados deben trabajar en la misma línea, y por eso hay un Código Deontológico y un baremo de honorarios, y todo ello repercute en una mayor calidad para la profesión. Y por otro lado está la formación, que es la herramienta más importante que el colegio tiene que utilizar para distinguir al colegiado del no colegiado. Una formación constante que intentamos que sea una vez al mes, y que se imparte en la propia sede del COAF. El Administrador de Fincas es a la vez un amplísimo abanico de profesiones y de servicios. Es la persona que tiene que tener conocimiento de todo. No sabérselo todo, que es diferente. Conocimiento sobre todo de las últimas normativas y circunstancias que afecten a la profesión. Y por otro lado está la RC (Responsabilidad Civil), que el COAF está obligado a tener para cada uno de sus colegiados. Tu seguro es el del colegio, y, después, si quieres complementarlo, adelante, pero el seguro es el del colegio. Es importante porque ampara a cualquier compañero que tuviera cualquier incidencia o siniestro con las comunidades, y tiene el respaldo colegial. El administrador no colegiado carece de todos estos elementos.

«El Administrador de Fincas es al mismo tiempo un amplio abanico de profesiones y servicios y debe tener conocimiento de todo, que no sabérselo todo»

P.- Tanto el COAF como los propios administradores colegiados han lamentado continuamente el intrusismo laboral que azota al sector. ¿Qué opina sobre estos profesionales que ejercen sin colegiación?
R.- El intrusismo existe, es una realidad, y, de hecho, hay muchísimos más administradores no colegiados que colegiados. Es una pena y un problema. El COAF podría ser un colegio prácticamente como el Colegio de Abogados de Huelva, pero por culpa del intrusismo no puede ser. Éste es un problema que tiene bastante presente la junta de gobierno del COAF y están bastante preocupados, por lo que no dejan de buscar vías para luchar contra ello. Yo lo que hago, sobre todo de cara al vecino, es preguntar si sus administradores son colegiados y e invitarles a que contraten a un administrador colegiado.

P.- ¿Desde su puesto, cómo se trabaja para favorecer la colegiación?
R.- Nosotros recibimos quejas de propietarios (tiene que ser por escrito siempre) por incidencias en la gestión de fincas. Lo primero que le pregunto al vecino es si el administrador que les lleva la finca. Si no es colegiado, les decimos que lo lamentamos mucho pero que no podemos atenderle. Es la manera que tengo de lidiar con los vecinos que acuden al colegio para solucionar sus problemas aunque no tengan AF colegiado. Lo siguiente que les digo es que soliciten al colegio un certificado para acreditar de que no está en situación de alta y presentarlo en la asamblea. Con esta medida, muchas comunidades han decidido cambiar su administración de fincas por profesionales colegiados.

P.- ¿Existe entonces una mayor conciencia vecinal en torno a la colegiación?
R.- Sí, lo que pasa es que hay otro serio hándicap, y es que tiran el precio de las comunidades, y estas se agarran a lo barato; y, a veces, lo barato sale caro. A la larga, con el paso del tiempo, se ve que en las comunidades no duran ni un año trabajando los administradores de fincas no colegiados.

 

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P.-¿Y entre los mismos profesionales?
R.- Es complicado. Antes disponíamos de un modelo de carta que enviábamos a los administradores de fincas no colegiados para invitarles a formar parte del COAF. Pero llegó la Ley Ómnibus (Ley de Liberalización de Servicios Profesionales) que en definitiva implica que todo el mundo puede ejercer de lo que quiera, sin necesidad de colegiarse; es un caos. Nosotros antes de esta ley enviábamos una carta a los administradores de fincas que nos constaba que no estaban colegiados. Les invitábamos educadamente a que se colegiaran, y la verdad es que, aunque no todos, muchos compañeros se dieron de alta tras recibir esa carta. Con la liberalización, les apara la ley. Además, se establece una única colegiación. Lo cual quiere decir que si soy de Huelva y el CAF Málaga es más barato, me colegio en Málaga y no pasa nada. No sabemos cómo podemos luchar contra eso, y es una de los preocupaciones más importantes que tiene actualmente la junta de gobieno del COAF. Luchar contra el intrusismo y favorecer no sólo la colegiación, sino además la colegiación en Huelva.

«La Ley Ómnibus implica que todo el mundo puede ejercer de lo que quiera, sin necesidad de colegiarse; es un caos»

P.- Sea como sea, el COAF Huelva ha crecido considerablemente. ¿Están orgullosos?
R.- Claro que sí, nosotros vinimos con 33 colegiados de Sevilla cuando nos separamos. Hemos duplicado esa cifra y hoy día el COAF se escucha, tiene un buen nombre y una buena reputación.

P.- ¿Qué necesita el COAF de Huelva para equiparse a otros colegios fuertes del país?
R.- Principalmente, tener más colegiados. El número de colegiados es muy importante, porque no sólo muestra el tamaño de la familia del colegio, sino también ingresos económicos, que les permiten hacer muchas cosas. Nosotros ahora mismo estamos en una situación económica buena, equilibrada, sin deudas, y el COAF funciona bien. Y además organizamos jornadas formativas y otras acciones para nuestros colegiados. Pero lo cierto es que hemos pasado por épocas en las que el colegio no se podía permitir ni poner un café a los asistentes. En definitiva, los colegiados son prácticamente nuestra única fuente de ingresos, y como su número no es muy grande no podemos competir en igualdad de condiciones con el resto de colegios del país.

«Estamos en una situación económica buena, equilibrada y sin deudas»

P.- ¿Cómo es la relación del COAF con el Consejo General de Colegios de Administradores de Fincas de España (CGCAFE) y de Andalucía?
R.- El Colegio de Huelva participa activamente en las acciones que se emprenden desde ambos consejos. Y es otro de los beneficios con los que cuenta el administrador de fincas colegiado. Constamentemente recibo comunicaciones e informaciones de las dos instituciones, y se le da traslado inmediato a los colegiados de Huelva. Y soy muy pesada enviando todas estas comunicaciones porque mi trabajo es comunicar y que todos los colegiados estén al tanto de las últimas novedades.