El Colegio Oficial de Administradores de Fincas (COAF) de Huelva ha acogido una interesante formación impartida por la empresa Ullastres, que opera a nivel nacional y especializada en el ámbito de los contadores de agua divisionarios.
Como ha explicado la ingeniera industrial Isabel Esteban Garmendia, responsable de Ullastres, esta sesión ha estado dirigida a los administradores de fincas colegiados que gestionan comunidades con contratos de un único suministro y, por tanto, de factura comunitaria. Una formación que ha suscitado un gran interés entre los profesionales asistentes, ya que la factura comunitaria es habitual en los edificios que tienen más de 20 años de antigüedad.
En la provincia onubense, es una situación común, y el consumo comunitario suele generar problemas entre los vecinos. “Pagar el agua comunitaria provoca muchas veces malestar, porque al final hay propietarios que están pagando por el agua que consume otro vecino, que consume más”, ha afirmado Garmendia.
La responsable de la empresa, presentada por el secretario del COAF, Carlos Rey Cazenave, ha trasladado a los administradores de fincas que la solución para aquellas comunidades que tienen el contador centralizado y que no permiten la instalación de una batería de contadores, pasa por contadores divisionarios, que se instalan en la entrada de cada vivienda para poder contabilizar el consumo real de cada propietario. “El objetivo es que el vecino que instale el contador divisionario pague por su consumo real, y no por su coeficiente en función de la vivienda”, explica la responsable de Ullastres.
Ahorro y mejor localización de las averías
Como han explicado desde Ullastres a los administradores de fincas, los contadores divisionarios garantizan hasta un 30% de ahorro para los propietarios, y además “permiten localizar las averías mucho más fácilmente”, al contar los técnicos de varios puntos de medida en toda la instalación sectorizada. Unas lecturas de contador para las cuales no es necesario que se entre en el domicilio.
En este sentido, los colegiados han reconocido que se dan situaciones en las que hay escapes de agua “y no se da cuenta nadie”. Como lo ha ilustrado Garmendia, “un grifo que gotea supone perder 30 litros al día, mientras que una cisterna que pierde agua lo hace a un ritmo de 1.000 litros diarios”.
Por otro lado, la responsable de Ullastres ha afirmado que, para pagar por un “consumo real”, el contador divisionario es mejor opción que el de la batería de contadores. Para las baterías de contadores, ha señalado Isabel E. Garmendia, las obras son de gran envergadura en el edificio –y además necesitan la aprobación de la comunidad de propietarios en su totalidad–, elevándose los costes entre los 500 y los 1.500 euros, mientras que para instalar contadores divisionarios el coste está entre los 80 y los 120 euros, y supone asimismo una intervención menor.
Además, se establece un coste mínimo –en comparación con las tarifas comunes– desde 1,50 euros para la lectura, la liquidación y el mantenimiento. Por otro lado, instalar estos contadores individualizados invitan más al ahorro de agua, porque “cuando el agua está en la partida comunitaria, no tomamos conciencia del consumo responsable, pero sí se ahorra más cuando nos toca el bolsillo a cada uno de manera individualizada”.
Esta sesión ha despertado un enorme interés entre los administradores de fincas presentes, ya que en el parque de viviendas de Huelva –y andaluz en general– existen cientos de edificios que mantienen estos contadores comunitarios. Al final de la intervención, la responsable de Ullastres ha abierto una ronda de preguntas para solventar las dudas de los profesionales colegiados.