Jesús Jimeno Rodríguez es hijo del fundador del COAF, Emilio Jimeno Cortegano, y Decano Honorífico.

Jesús Jimeno Rodríguez es, como él mismo dice, “de Huelva de toda la vida, nacido y criado en la calle Marina, antiguamente calle Generalísimo Franco”. Su padre, Emilio Jimeno Cortegano, fue uno de los fundadores del Colegio de Administradores de Fincas de Huelva y su tío, Jacinto Jimeno Cortegano, fue presidente del desaparecido Círculo Mercantil de la calle Rico, gran club social de la Huelva del siglo XX. Él ha dedicado cerca de 40 años a la profesión y aún hoy supervisa las labores que se realizan en su despacho.

El presidente del COAF de Huelva, David Toscano, destaca el ejemplo que para los Colegiados onubenses ha supuesto Jesús Jimeno: “Nuestro compañero Jesús Jimeno es un referente en este oficio, abrió un camino de obligado seguimiento para el resto de los Administradores de Fincas; su bandera ha sido la profesión y en esa forma de especial profesionalidad nos vemos reflejados todos los colegiados”. “Tenemos que estar agradecidos por su dilatada carrera y orgullosos de un trabajo que dignifica a la profesión”, valora Toscano en nombre de la Junta de Gobierno y del sentir de los compañeros de la provincia.

La familia de Jimeno tuvo tradicionalmente tiendas de alimentación y otros negocios en Huelva, además de fincas rústicas en lo que hoy es la salida hacia Sevilla, que más tarde él tuvo que administrar. Ha tenido dos hermanos, pero ni “Rori”, que ya falleció y era empleado de banca, ni Emilio, se han dedicado a esta profesión, por lo que Jesús fue el único que siguió la estela de su padre.

Jesús Jimeno recuerda en esta entrevista los comienzos del COAF, que empezó en las oficinas que tenía en la Gran Vía el sindicato vertical, “que era el único que existía por aquella época, y allí permaneció la sede hasta el año 1977 aproximadamente”. Jimeno rememora cómo entre su padre Emilio Jimeno -Colegiado de Mérito de Sevilla desde 1980- y otros dos compañeros, crearon la delegación del Colegio de Administración de Fincas de Huelva en Sevilla: “Empezaron un tiempo antes del año 1970 y se pusieron para activarlo en contacto con Fulgencio Díaz Rubio, primer presidente del Colegio Nacional de Administradores de Fincas”.

En aquellos tiempos normalmente los Administradores de Fincas eran peritos mercantiles y en menor número también abogados, aclara Jimeno “con la circunstancia de que había muy pocos edificios todavía en Huelva que administrar, pues la mayoría eran casas de dos plantas, aunque sí había bastantes terrenos rústicos”. Un cambio importante vino propiciado por la construcción de apartamentos de playa y turísticos gracias a la Ley de Propiedad Horizontal y “empezó a notarse algo más de movimiento en la profesión”.

Los inicios de la Delegación del Colegio de Sevilla

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Uno de los problemas a los que tuvo que hacer frente el COAF en sus primeros años fue el de que la delegación oficial se encontraba en Sevilla, mientras que en la calle San Salvador de Huelva capital – donde el Decano de Honor conserva sus oficinas- “teníamos una especie de sede no oficial del Colegio”. La forma de funcionar estaba muy vinculada a la capital andaluza: “Íbamos mucho a Sevilla, al menos una vez al mes. Al principio iba mi padre, hasta que llegó el momento en que dijo que iba a dejar la Delegación, y se la iba a ceder a Julián Navarro, pero éste se negó y me dijo que yo era el que tenía que coger el testigo de mi padre y que ellos me apoyarían”, añade Jimeno.

Tras esto, se formó “un primer equipo y abrimos una oficina en el mismo edificio donde hoy tienen su sede el Colegio, pero en un local anexo”, en la calle Daoiz de Huelva, donde tiempo después se abrió el Colegio Oficial de Administradores de Fincas de Huelva, a finales de los años 90. Jesús Jimeno destaca la importancia que tiene poder contar con un Colegio fuerte en la propia provincia: “Antes teníamos que preguntar todo a Sevilla, la cercanía actual facilita mucho las consultas y trámites; además, tanto el presidente David Toscano como la secretaria Rocío Navarro son personas muy accesibles”.

Para Jimeno, el hecho de que durante varias décadas el COAF estuviera adscrito a otro Colegio mayor como el de Sevilla no ha mermado la capacidad de los Administradores Colegiados de Huelva, “que están al mismo nivel que los de cualquier sitio de España”. De hecho, los colegiados onubenses deben hacer frente a la peculiaridad añadida de que hay muchas comunidades en zona de costa que “necesitan una atención especial”. Se puede pensar que es “más fácil de administrar que las residencias habituales, pero ocurre lo contrario, porque pueden sucederle muchas cosas en ausencia de los propietarios”, aclara.

El Administrador Colegiado ha ganado en consideración social

Haciendo balance de todos estos años de experiencia y profesión, Jesús Jimeno Rodríguez analiza cómo ha cambiado esta profesión: “Ha variado mucho, de ser peritos mercantiles que te estudiabas bien la Ley de Propiedad Horizontal y llevábamos las contabilidades de los edificios etc. hasta lo que hay ahora… Nuestras labores han cambiado, hay mucho más nivel”. Aunque Jesús Jimeno admite que las nuevas tecnologías han adelantado y facilitado el trabajo diario, lamenta que seguramente exista “una excesiva legislación”.

Hay otros problemas que han existido desde los comienzos, como el del intrusismo “que ha existido siempre”. Cuenta una experiencia que él vivió hace ya muchos años “cuando tuve que llevar a uno a los tribunales por sus malas prácticas profesionales”. En aquel conflicto, el COAF contó con la ayuda y la colaboración del Colegio de Sevilla y se encargó del pleito el actual Decano del Colegio de Abogados, Juan José Domínguez: “Efectivamente el Colegio de Huelva ganó porque el ‘intruso’ era una persona que ejercía sin el conocimiento necesario y estaba en clara competencia desleal, le cerraron las oficinas y no volvió a ejercer por no ser Colegiado”, rememora Jimeno, satisfecho de sentar ese precedente.

Para este veterano Administrador Colegiado, este tipo de medidas “deberían suceder más a menudo, para que se apreciase de verdad el valor de la Colegiación y no se incurriera tan a menudo en competencia desleal”. Además, como afirma el decano honorífico, “actualmente es relativamente fácil el acceso a la Colegiación con diversas titulaciones”, por lo que anima a todos aquellos que quieran dedicarse a la Administración de fincas, a que se colegien. “Hay que saber que siempre es bueno y aporta ventajas estar Colegiado, se está mejor informado de todos los cambios y necesidades de la profesión, teniendo un contacto más directo con los compañeros para la resolución de dudas o problemas”, añade.

De igual manera, Jesús Jimeno ha querido destacar el “respeto y consideración social” de la que goza actualmente el COAF, gracias en gran medida a tener “muy a mano” todos los servicios que requieren las comunidades: “Después de tantos años de trabajo y experiencia, tenemos nuestras propias empresas que trabajan para nosotros en el mantenimiento, reparaciones, limpieza y todo lo que puede necesitar un edificio, y eso es una parte importante del trabajo que ya se tiene adelantado siempre que surge algo”.

J_Jim_Cortegano_de_MéritoLa consideración social de los Administradores de Fincas Colegiados ha ido en aumento porque “se conoce en general mejor la profesión, antes se pensaba que únicamente éramos unos señores que llevábamos las cuentas del edificio”, pero ahora la sociedad ya es “conocedora de que se trata de un oficio debidamente regulado y con unos requisitos amplios”. Jimeno desea que su hija abogada continuara con la estela familiar, pues se trata de una profesión en la que “además de tener bastante mano izquierda, se pueden desarrollar muchas tareas”. De hecho, Jimeno es también Agente de la Propiedad Inmobiliaria desde el 1976, cuyas labores compatibilizó con la Administración de Fincas.

Jimeno desea que su hija abogada continuara con la estela familiar, pues se trata de una profesión en la que “además de tener bastante mano izquierda, se conoce a muchísima gente y se pueden desarrollar muchas tareas”. De hecho, Jimeno es también Agente de la Propiedad Inmobiliaria desde el 1976, cuyas labores compatibilizó con la Administración de Fincas.

El dominó y el tenis, sus otras dos pasiones

Pero Jesús Jimeno no ha vivido únicamente volcado en su profesión y ha tenido otras dos grandes aficiones: el dominó y el tenis. Del Real Club de Tenis de Huelva fue presidente recientemente, del año 2012 a 2015, y tomó esa responsabilidad porque le pidieron que diera “un paso hacia adelante después de ser de socio desde los 17 años”. “Allí tuve ocasión de conocer a grandes tenistas y hemos tenido una gran Copa del Rey”, sobre todo de la mano de Pepe García Requena, al que recuerda con tristeza porque “se ofreció a colaborar en todo con mi Junta Directiva, pero, desgraciadamente, a los pocos meses la enfermedad se lo llevó”.

Este veterano colegiado siente que “ahora hay menos afición al tenis que antes”, por lo que cree necesario darle un impulso a la federación onubense y al Club de Tenis de Huelva, aunque le gusta este nuevo sistema de la Copa del Rey “donde los jugadores no son estrellas conocidas mundialmente, pero vienen realmente a luchar por llevarse los puntos en juego”.

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En lo relativo al dominó, Jimeno ha organizado Campeonatos de España y Andalucía, pues es un hobby que empezó a practicar antes incluso que el tenis. Jimeno recuerda que en Huelva este juego de mesa se ha practicado mucho en la Peña futbolística 1889, en la del Velódromo y en el bar La Española de Punta Umbría. Es un juego en el que “no es tan importante la condición física” y, de hecho, Jimeno presume de tener una gran pareja con más de 90 años: “Eduardo Somoza está mejor que todos los demás, lo que hace falta es saber jugar”.

Jimeno se muestra orgulloso de conservar sus “amistades de la niñez y la adolescencia” y se declara gran aficionado del Recreativo y el Atlético de Madrid. Aunque confiesa que siempre fue “malo como jugador de fútbol”, hace poco encontró unas fotos curiosas de un torneo de aficionados que organizaba la Hermandad del Calvario allá por los años 76-77, poseyendo actualmente el número 20 de hermano de dicha congregación.