Alejandro Chamorro Cáliz es uno de los principales valedores del Colegio de Administradores de Fincas (COAF) de Huelva y ocupa desde hace tres años la vocalía de Deontología del colegio profesional. Licenciado en Derecho por la Universidad de Huelva, más dos postgrados además de abogado, tuvo la suerte de encontrar directamente, aunque por “accidente”, como él mismo lo reconoce, un puesto como administrador de fincas para el que fue seleccionado, para después emprender su propia aventura con su propio despacho, el de A&C Gestión (calle Rábida, 25, Huelva capital), en el que está al frente desde hace más de una década.

Pero primero, hay que explicar qué significa ese Código Deontológico y el cargo vinculado al mismo. Y como explica el vocal de Deontología COAF onubense, su cargo “tiene que ver con las incidencias que puede tener una comunidad de vecinos con un administrador, de manera que el vocal de Deontología se encarga de intentar resolverlas”. “Todos los colegiados debemos tener una forma de actuar correctamente”, afirma Alejandro Chamorro, que lleva tres años ocupando este cargo. En este sentido, se encarga de resolver las quejas que pudiera haber -casi siempre “malentendidos”-, y las consultas internas de los propios administradores colegiados, que son los casos más comunes.

 

A_CH_ENTREVISTA_2

 

Chamorro, 39 años de edad y casi la mitad de ellos dedicados a esta profesión de administrador de fincas, no tiene ninguna duda de las ventajas que puede ofrecer la colegiación a los profesionales, ya que, como recuerda, proporciona un “respaldo profesional, asistencia, contacto con otros compañeros del colegio, seguros de responsabilidad civil, y una formación continua”.

 

La importancia de la colegiación

Precisamente, Alejandro Chamorro hace especial hincapié en la formación constante que recibe el colegiado sobre asuntos de máxima actualidad y que competen al sector, frente a los que van por libre -sin estar colegiados-. Es aquí donde Chamorro, preguntado por la situación del ‘intrusismo’ y la “competencia desleal”, afirma que es un problema que existe y que tiene especial incidencia en la provincia onubense. Entre otras cosas, estos ‘falsos’ administradores carecen de las competencias necesarias para desarrollar el trabajo. “Para esta profesión, hay que saber de todo, y por ello necesitamos una formación continuada, que no puede asumir el que va por libre”, dice Chamorro, que lo expresa así también: “Los administradores de fincas tenemos que ser de todo: abogados, fontaneros, electricistas…”

Además, se favorece el contacto con otros compañeros colegiados, de la misma provincia u otros territorios: “Es muy importante compartir experiencias que hayan tenido otros compañeros, y el conocer qué sucede en otros territorios enriquece, así como es vital estar en contacto con el resto de compañeros”.

Y volviendo al intrusismo laboral, Alejandro Chamorro lamenta que “a diferencia de otros lugares de España, aquí sí hay intrusismo”, y señala además que “no se valora la calidad del servicio y las prestaciones”, y añade: “Muchos creen que es sencillo y hay administraciones de fincas que se inician en esta actividad creyendo que tienen la experiencia suficiente para llevar estos asuntos; al final duran un año o dos como mucho porque no cuentan con ese respaldo”. Y por esta razón ha lanzado un mensaje a quienes no se han colegiado: “Sólo obtendrán ventajas y en el día a día pueden contar con la experiencia de compañeros que les pueden ayudar, aconsejar y formar”.

 

Mayor presencia en la provincia

Aunque admite que el colegio onubense “aún no es todo lo grande que podríamos -ronda los 70 colegiados-”, destaca que “vamos creciendo poco a poco, con una campaña constante de captación para que la familia vaya creciendo, de ahí los esfuerzos del COAF para darnos a conocer en los medios de comunicación y ante la sociedad, para mostrar qué somos y hacer ver que somos útiles tanto a los colegiados como a los propios comuneros”.A_CH_SECUENCIA_1

Chamorro ha reconocido que el proceso de apertura a la sociedad emprendido por el COAF Huelva ha dado resultados en cuanto a las cifras de colegiación en los últimos meses, pero apunta que puede hacerse mucho más, especialmente con muchas comunidades de vecinos de municipios onubenses que están gestionadas por administradores que dependen del Colegio de Administradores de Fincas de Sevilla. En este punto, Chamorro ha destacado la importancia de que los asuntos de Huelva se lleven desde Huelva, en aras de tener todos los asuntos unificados judicialmente desde los órganos onubenses para solucionar cualquier tipo de controversia.

 

 

Ocupaciones ilegales de viviendas

Uno de los asuntos que más portadas y atención mediática está generando son las ocupaciones ilegales, con una provincia como la de Huelva especialmente afectada por esta problemática, acentuada en los últimos años. “El problema existe y además acarrea graves incidencias por enganches (que pueden originar incendios) y de convivencia con los vecinos, llegando a situaciones de amenazas e insultos”. En estos conflictos, el trabajo de los administradores de fincas y del propio colegio profesional es mediar y velar por que se agilicen las actuaciones para llegar a una solución”.

ACH_ENTREVISTA_4

Desde su despacho situado en pleno centro de Huelva, Alejandro Chamorro Cáliz afirma que en sus tres lustros de experiencia en la administración de fincas ha visto cómo el trabajo del administrador ha cambiado, o se ha hecho más “complejo” con nuevas normativas y trámites administrativos que se han multiplicado, por lo que vuelve a incidir en la necesaria formación que recibe el colegiado para desempeñar su actividad, incluyendo las nuevas y cambiantes tecnologías.

 

Morosidad y deuda bancaria

Otro de los asuntos que ha preocupado de manera especial a los colegios de administradores de fincas y los propios comuneros es la morosidad y la deuda que arrastran las entidades financieras. Y Alejandro Chamorro, hablando en términos generales y de su propia experiencia desde A&C Gestión, ha celebrado que al fin se observe un reducción la morosidad y la deuda -en su propia empresa, la bajada ha sido incluso superior a la media andaluza- y apunta que esto no es más que el reflejo de la mejora económica en términos generales, lo que hace que las familias y particulares puedan hacer mayores esfuerzos por ponerse al día en las cuentas comunitarias. “Ahora las comunidades de propietarios están menos ahogadas”, sostiene.

Muchos de estos ‘morosos’ son las mismas entidades financieras, en unos años (desde la crisis) han pasado de ser acreedores a deudores dentro de las comunidades de vecinos. El pinchazo de la burbuja inmobiliaria provocó que los bancos tuvieran que engullir una gran cantidad de pisos – la mayoría de ellos procedentes de embargos- y por la dejadez en la gestión e muchos casos no pagaron sus respectivas cuotas, convirtiéndose en un propietario-vecino moroso más.

 

A_CH_SECUENCIA_2

Chamorro también ha apreciado un cambio en la percepción que tienen los vecinos y comunidades respecto a los administradores de fincas, con un “respaldo mucho mayor”, así como se han consolidado las relaciones con el Colegio Oficial de Abogados de Huelva, institución lógicamente muy unida al COAF por la actividad que desempeñan, ya que ambos colectivos profesionales manejan “áreas complementarias”.

 

Apertura a la sociedad

El vocal de Deontología del COAF Huelva también ha incidido en el fin que persigue el colegio onubense, que no es otro que “darnos a conocer más en la sociedad”, y por ello la institución se ha volcado en los últimos años en una política de “mayor acercamiento”, que se ha traducido en un crecimiento que ha experimentado el colegio, que ha ganado en notoriedad y cifras de colegiación.

Por otro lado, ha señalado la Ley de Propiedad Horizontal como de uno de los hitos que motivó el impulso del sector de la administración de fincas. Y, en este sentido, ha llamado la atención sobre la nueva reforma de esta normativa, que espera que “pueda ver la luz en esta legislatura”, que supondrá un gran avance para los propietarios y sus arcas, así como para comenzar a solucionar la deuda de los comuneros y las entidades financieras con los administradores.

Con todo, Alejando Chamorro muestra su satisfacción por la buena salud que tiene el COAF Huelva y por la buena marcha de la campaña de colegiación emprendida. Y lo tiene claro, un administrador de fincas sin estar colegiado trabaja “sin respaldo” y con insuficientes conocimientos para gestionar eficazmente las comunidades de propietarios.